En una grabación exclusiva a la que accedió Misiones Online, un empleado de seguridad del boliche admite detalles de la agresión denunciada por Nicolás Ocampo y señala a un compañero como responsable. Fuentes judiciales confirmaron que la cámaras del local funcionan pero que “por la capacidad guardan por una semana y se va borrando” y no se guardó el momento de la presunta agresión.
La grabación que podría constituirse como una prueba clave en la investigación por la presunta agresión ocurrida en el boliche Club Holy de Posadas el pasado 12 de julio. En el audio, un presunto integrante del equipo de seguridad del local reconoce lo sucedido y apunta directamente a otro empleado, identificado como Rubén Q., como responsable del ataque contra Nicolás Ocampo (21), el joven que denunció haber sido brutalmente golpeado en un sector sin cámaras del establecimiento.

“Fue el de seguridad, Rubén, el que vino y te empezó a empujar (…) te llevó hasta el ascensor y ahí te puso la rodilla en la cabeza”, admite el trabajador en una conversación telefónica con la propia víctima. La charla se da en tono confidencial y con múltiples advertencias: “Por favor, no vayas a decir por nada que yo te pasé este dato (…) me estoy jugando por vos”.
La grabación confirmaría parte del relato de Ocampo, sino que también contradice directamente el comunicado oficial emitido por Club Holy, en el que aseguran que el incidente no ocurrió dentro del local y que fue el denunciante quien inició una confrontación en la vía pública. “El hecho no se produjo dentro del local ni fue consecuencia de un accionar indebido por parte del personal de seguridad”, dice el texto difundido por la empresa.
Durante la llamada, el agente de seguridad revela detalles del momento en que se desató la situación, en el sector VIP: “Vos estabas tomando tranquilo y él vino de la nada y te empezó a empujar (…) después te llevó al ascensor y te puso la rodilla en la cabeza. Ahí yo le dije ‘pará vos, loco, ¿cómo vas a hacer eso?’”, relata. También sugiere a Ocampo que coordine su versión con la de su acompañante: “Hablen bien los dos (…) lo que dicen tiene que ser igual, porque les van a hacer pisar el palito”.
Además, reconoce que el comportamiento del agresor ya había generado conflictos anteriores: “Este seguridad tiene antecedentes violentos. Por culpa de él, los demás nos vamos a quedar sin trabajo”, comenta, al tiempo que se ofrece a pasar el nombre del agresor y del jefe de seguridad del local.

El audio también aporta otra dimensión a la causa judicial, ya que según reveló el agente, “una cámara vio todo”, aunque más adelante reconoce que “el sector donde ocurrió no tiene cámara directa”. Esta información coincide con los resultados preliminares de una inspección ocular realizada este miércoles en el boliche, bajo directivas del Juzgado de Instrucción interviniente. Participaron efectivos de la Dirección Cibercrimen y de la Policía Científica, quienes relevaron las áreas del establecimiento sin cobertura de videovigilancia.
Fuentes del caso indicaron que la pericia tuvo como objetivo identificar si el lugar señalado por la víctima como escenario del ataque coincide con zonas sin cámaras, lo cual limitaría la posibilidad de obtener evidencia fílmica. El informe técnico ya fue incorporado al expediente, junto con otras actuaciones ordenadas por la Justicia.
Una fuente confiable reveló en diálogo con Misiones OnLine que las cámaras de seguridad del local “funcionan solo que por la capacidad guardan por una semana y se va borrando” y que no se guardó el momento cuando habría ocurrido el hecho.
Nicolás Ocampo había denunciado días atrás que fue agredido dentro del boliche, tras una discusión por permanecer en un sector VIP. “Me agarraron entre varios patovicas. Uno me tiró al suelo y me puso la rodilla en el pecho. Me seguían pegando en la cara, en las costillas. Hacía con las manos como diciendo basta, y ahí ya quedé inconsciente”, declaró públicamente.
Mientras tanto, la causa avanza con la incorporación de nuevas pruebas, entre ellas la grabación que ahora está en poder del entorno judicial. El juez de instrucción evaluará si el contenido del audio puede ser considerado como testimonio indirecto o si amerita nuevas citaciones.
Versión Club Holy
“Ante las versiones y publicaciones difundidas en los últimos días, que refieren a una presunta agresión sufrida por una persona en el interior del local bailable ‘Club Holy’, consideramos necesario llevar tranquilidad a la comunidad y esclarecer lo sucedido”, comienza el texto difundido por la empresa.
Según sostiene el comunicado, “el hecho aludido se inició cuando un individuo comenzó a provocar disturbios dentro del establecimiento, poniendo en riesgo la seguridad y bienestar de los demás asistentes”. En ese contexto, el personal de seguridad habría actuado “conforme a los protocolos establecidos, y en todo momento con un accionar proporcional, adecuado y respetuoso”.
“En la vía pública”
Club Holy afirma que la situación escaló una vez finalizado el episodio dentro del local. “Ya en la vía pública y fuera del ámbito de responsabilidad de la empresa, dicho individuo esperó la salida de uno de los integrantes del personal de seguridad, con claras intenciones de enfrentarlo físicamente”.

De acuerdo al comunicado, este nuevo altercado derivó en que el agresor “debió ser reducido mediante el uso de la fuerza mínima y necesaria hasta la llegada del personal policial interviniente”.
El texto subraya en ese sentido que “el incidente en cuestión no se produjo dentro del local ni fue consecuencia de un accionar indebido por parte del personal de seguridad, sino de un hecho completamente aislado, acaecido en la vía pública, ajeno al control operativo de este establecimiento”.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad, el respeto y la convivencia pacífica, manteniéndonos siempre a disposición de las autoridades competentes para colaborar con todo lo que sea requerido a fin de esclarecer cualquier hecho”, finaliza el comunicado de Club Holy.
