El Presupuesto 2026 proyecta una obra pública aún menor que en 2024

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A pesar del aumento nominal del gasto en el Presupuesto 2026, las cifras oficiales revelan que habrá menos fondos para obra pública.

El Gobierno nacional envió al Congreso el Presupuesto 2026 con un incremento del 50% en los gastos de capital. Este monto, que ascendería a $3,286 billones, generó expectativas sobre un posible repunte de la obra pública. No obstante, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO)Gustavo Weiss, recibió la noticia con notoria frialdad. El empresario criticó con contundencia: “No hay ningún aumento. Es el mismo porcentaje del 0,4% del PBI, igual que este año“. Esta declaración chocó de frente con los datos oficiales, lo cual alimentó la incertidumbre en el sector.

El desglose del presupuesto de capital mostró que las transferencias de capital son el componente principal. Absorben un 49,7% del total y registran un notable aumento del 81,4%. Por otro lado, la inversión real directa subió un 26,1%, mientras que la inversión financiera ascendió un 41%. A pesar de estos porcentajes, el monto global de la inversión pública representó una fracción mínima del PBI.

Posadas

En su columna de análisis del Noticiero Central, el periodista Juan Carlos Argüello comentó algunas cuestiones que llaman la atención con respecto a cifras y asignaciones.

En particular, el dato más “polémico” que se revisa es el del precio del dólar proyectado. “$1423 es lo que proyecta para el 2026, el dato es que hoy ya cerró en $1480, o sea que ya cerró hoy por encima de lo que el gobierno proyecta para todo el año que viene”, comentó Argüello. “La presión tributaria es un dato que marca un contraste entre lo que dice el gobierno y lo que marca la realidad”, explicó el periodista, ya que “va a subir al 21,7% del producto bruto interno”.

Las universidades también están ligadas a cuestionables asignaciones: “Se eliminó este artículo que impulsaba alcanzar el 6% del PBI con inversión destinada a la educación”. El periodista explicó que “más allá de que el gobierno dice que va a aumentar el presupuesto, se elimina esto y automáticamente pierde la obligación de que el Estado cumpla con esto”.

Otra de las polémicas está en el impuesto a los combustibles, que suben un 71,6% según el proyecto. “Es un impuesto que se sigue cobrando, no se coparticipa y debería tener un destino de financiar construcción en obra pública, que no se está haciendo”, explicó el periodista.

En el caso de Misiones, concluyó, se espera un aumento del 12,7% de los recursos. “Pero si se compara con la inflación acumulada del 2024, 2025 y lo que va a ser el 2026, en realidad va a ser una pérdida para la provincia”, comentó. Esto, finalizó Argüello, generó mucho malestar entre los gobernadores y la discusión se intensificará tras las elecciones de octubre.

Cifras que confirman el freno a la obra pública

Según los datos del propio Presupuesto 2026, la inversión pública en realidad será menor que en años anteriores. La Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) calculó que con un PBI estimado en $1.033 billones para el próximo año, el gasto de capital equivaldría a tan solo un 0,32% del Producto Interno Bruto. Esta cifra representa una disminución con respecto al 0,4% que la inversión pública representó en 2024. Aún más preocupante, las proyecciones para 2025 sitúan ese porcentaje en un 0,25% del PBI, el nivel más bajo en años.

Si estas estimaciones se confirman, el Gobierno envió menos recursos que durante el primer año de su gestión. La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) confirmó que la inversión pública en 2024 totalizó $2,09 billones. Esta cifra representó una dramática caída del 75,1% interanual en comparación con el último año del gobierno anterior, cuando la inversión representaba un 1,3% del Producto. En definitiva, el gasto en obra pública experimentó un derrumbe significativo en los últimos dos años.

El sector de la construcción sufre un duro golpe

El anuncio de un presupuesto restrictivo se produce en un momento crítico para la industria de la construcción. El sector atraviesa una situación delicada, pues fue uno de los más afectados por el drástico ajuste económico. Las estadísticas del INDEC revelan una profunda crisis: la actividad de la construcción cayó un 20,77% entre noviembre de 2023 y julio de este año.

Este desplome en la actividad tuvo consecuencias directas y dolorosas en el empleo. El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) reportó una pérdida de 67.934 puestos de trabajo desde el cambio de gobierno hasta junio. Esto se tradujo en una caída del 16% en la masa laboral del sector.

La situación no mostró señales de mejora en los meses siguientes. El Índice Construya, que mide las ventas de productos para la construcción al sector privado, registró una baja del 8,59% mensual en agosto. En la comparación interanual, la caída fue del 5,5%, lo cual evidenció la persistencia de un panorama desolador. La combinación de la falta de inversión pública y la caída de la actividad privada pinta un futuro incierto para miles de trabajadores y empresas en la Argentina

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