Los investigadores encontraron restos humanos y prendas de vestir en Colonia Pindaytí. La Justicia aguarda los resultados de ADN para confirmar si pertenecen a la mujer desaparecida en mayo. Un ex concubino continúa detenido.
La búsqueda de Mirta Marciana Rodríguez, la mujer de 45 años desaparecida desde el pasado 20 de mayo en la localidad de Salto Encantado, tuvo un giro clave en las últimas horas. En un operativo realizado en Colonia Pindaytí, a unos 200 metros de la Ruta Provincial N° 9, la Policía encontró restos óseos humanos junto a prendas femeninas y una cadena, elementos que serían compatibles con los que vestía la mujer al momento de su desaparición. Por disposición del Juzgado de Instrucción N° 1 de Oberá, un hombre identificado como Hugo G., de 41 años y ex pareja de la víctima, fue detenido y permanece a disposición de la Justicia.

El hallazgo fue llevado a cabo por efectivos de la Unidad Regional XI, quienes desplegaron tareas de rastrillaje en una zona de monte tras obtener información relevante en la causa. En ese lugar localizaron un cráneo, cabellos, ropa interior, una remera, un pantalón, zapatos y una cadenita, además de otros objetos. Todo fue remitido para su análisis y se aguarda ahora el resultado de las pericias genéticas que permitan confirmar si los restos corresponden a Rodríguez.
En simultáneo, la Policía realizó un allanamiento en una propiedad rural de Salto Encantado, donde residía y trabajaba como tarefero el sospechoso detenido. En esa vivienda se secuestraron más prendas de vestir y elementos personales que pertenecerían a la mujer desaparecida.
Desde el inicio de la causa, las sospechas de la familia de Rodríguez se dirigieron hacia su ex concubino. Natalia Rodríguez, hermana de la víctima, fue contundente al ser consultada por medios locales: “El ex concubino fue el culpable y espero que pague. No esperábamos que pase algo así y Dios se va a encargar de que él pague”, expresó en diálogo con FM Salto Encantado.
Natalia también relató que, tras la desaparición, su familia comenzó a conocer detalles que hasta entonces desconocían: “Este individuo iba a molestarla muy seguido, esto nos enteramos ahora, porque si hubiéramos sabido antes íbamos a hacer alguna denuncia, pero ella nunca dijo nada, solo la señora del alquiler comentó. Este hombre era borracho, fumaba, le propinaba golpes en el tiempo que estuvieron juntos”.
Respecto al procedimiento de traslado y sepultura de los restos, Natalia detalló: “Tengo una hermana que vive en Posadas y ella se está encargando de tramitar los restos para que se pueda sepultar en el cementerio de 25 de Mayo. Me gustaría poder hablar con el marido actual de mi hermana, ya que no lo conocemos, pero le damos gracias que es el que siempre estuvo”.

Por su parte, Carmen, la propietaria del alquiler donde residía Mirta, también brindó su testimonio a la prensa. “Era una buena persona, callada, voluntariosa, nos hicimos buenas amigas. Ese martes que salió del alquiler rumbo a la casa de su mamá pensé que llegó porque en ese lugar no hay señal de teléfono. A las 10:47 fue su último mensaje y como estaba muy engripada, no me preocupé porque supuse que si se sentía mal no iba a salir a buscar señal hasta la ruta, cosa que hacía por la mañana o la tarde”, recordó. Ante la falta de respuestas, Carmen intentó contactarse nuevamente días después. “El jueves volví a mandar otro mensaje y seguía sin recibirlo, tampoco supe nada ni viernes, ni sábado, ni domingo y el lunes empecé a preocuparme, así que busqué el número de su familia y cuando llamé me contestaron que no había llegado, fue entonces que la madre y la hermana hicieron la denuncia”, relató.
Carmen también confirmó que el detenido frecuentaba la casa de Mirta con insistencia, incluso después de que ella se separara. “Cuando Mirta vino a alquilar por primera vez hace 6 años aún vivía con él, después de 6 meses se fue dejándola. Tiempo más tarde ella se fue a alquilar a Jardín América por dos meses y volvió hace 8 meses atrás. Nunca tuvo visitas de familiares más que dos nietos. Ella sí iba a visitar a su madre”, señaló.
Respecto al sospechoso, precisó que “continuamente la hostigaba pidiéndole dinero. La última vez que había estado en la casa de Mirta fue dos semanas antes de la desaparición. El marido actual es un hombre muy bueno y compañero, siempre la cuidaba mucho”, afirmó.
En el marco de la investigación, los efectivos también hallaron en poder de la víctima su DNI, tarjeta de débito, dinero en efectivo y el boleto de colectivo. Estos elementos refuerzan la sospecha de que la mujer nunca llegó a destino. El juez Horacio Alarcón supervisó en persona los procedimientos y dispuso la intervención de médicos policiales, bioquímicos y peritos de la Dirección General de Policía Científica.
Los resultados de ADN serán determinantes para confirmar si los restos hallados corresponden a Mirta Rodríguez y definir los próximos pasos en la causa, que se tramita bajo la carátula de desaparición forzada con presunción de femicidio.
