El té misionero conquista Sudamérica y recibe sello de calidad internacional

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Con más de 60 años de desarrollo genético, el té argentino logró posicionarse como un producto gourmet de exportación, gracias al trabajo del INTA Cerro Azul y sus 24 cultivares registrados, algunos de los cuales ya fueron premiados internacionalmente.

El té argentino atraviesa un momento crucial: obtuvo el sello de Indicación Geográfica (IG). Es una distinción que respalda su origen, calidad y características únicas, directamente vinculadas a las condiciones agroecológicas de Misiones y Corrientes. Allí se concentra el 100 % de la producción nacional.

Además, el país celebró otro logro: el primer puesto en la 4.ª Competencia de Tés Artesanales de Sudamérica, que confirmó la excelencia del té verde elaborado con genética nacional.

El respaldo de un sello que protege identidad y calidad

El investigador Guillermo Arndt, del INTA Cerro Azul, explicó que el sello de IG es resultado de un trabajo articulado de más de un año entre el INTA, la Asociación de Productores de Té, el Ministerio del Agro de Misiones y el INTI.

“Este sello protege el valor cultural y productivo del té argentino y nos permite acceder a mercados internacionales con un producto diferenciado y de identidad regional”, sostuvo.

La Indicación Geográfica reconoce la influencia del suelo, el clima y el saber hacer de los productores de Misiones y Corrientes, brindando además protección legal y valor agregado a nivel comercial.

Té de alta calidad

Uno de los principales impulsores de este salto de calidad es el programa de mejoramiento genético del INTA, que lleva más de seis décadas en marcha. Desde Cerro Azul se desarrollaron 24 cultivares de alto rendimiento, registrados ante el INASE, y tres de ellos ya obtuvieron reconocimientos internacionales.

© Sixto Fariña – Canal Doce.

En la competencia sudamericana, el cultivar SG 161 INTA se destacó al obtener 81,2 puntos, el único en superar los 80. “Eso lo colocó dentro de la categoría de té de especialidad, una distinción reservada a infusiones de altísima calidad”, remarcó Arndt.

Además, mencionó otros materiales clave como CH 318 INTA y SG 1420 INTA, seleccionados por su potencial organoléptico y alta fermentación, ideales para la elaboración de té artesanal gourmet.

Potencial productivo, turístico y cultural

Estos cultivares -variedades de plantas que fueron seleccionadas y mejoradas- apuntan al mercado externo. También abren nuevas posibilidades para pequeños productores, ya que permiten obtener mayor rentabilidad en superficies reducidas.

“Aunque se trata de una actividad incipiente, el té artesanal tiene gran proyección”, explicó, quien también destacó su potencial turístico, a través de experiencias como catas, recorridos de cosecha y visitas a secaderos.

El INTA Cerro Azul ya forma parte del circuito “Misiones Tour de Té”, que incluye visitas guiadas al banco de germoplasma, plantaciones experimentales y microsecaderos, además de la interacción directa con investigadores y sommeliers.

Una infusión con futuro

“Este premio confirma la aptitud de los cultivares desarrollados en Cerro Azul para elaborar té gourmet y pone en valor la investigación como motor de productos de alta gama”, concluyó Arndt.

Así, el té argentino -y misionero especialmente- simboliza como una infusión de prestigio internacional. Y fortalece un modelo de producción con identidad regionalalto valor agregado y proyección exportadora, que reconoce y potencia el trabajo del campo misionero y correntino.

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