Fabricarán parches para tratar daños oftalmológicos y quemaduras

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Se elaboran a partir de placenta humana y dan una respuesta eficaz a la formación de tejido cicatrizante. El Banco de Sangre cuenta con el equipamiento para su desarrollo

Hechos a partir de placenta humana, los parches amnióticos son ricos en colágeno y dan una respuesta eficaz a la formación de tejido cicatrizante.

La elaboración y el uso de parches amnióticos es una tendencia de tratamiento que va en aumento por su doble beneficio: por un lado, es altamente eficaz para la reparación de daño oftalmológico y quemaduras y, por el otro, permite aprovechar los beneficios de este tejido que, de otra manera, se convertiría en un residuo patológico después del parto.

Si bien se aguarda la habilitación del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), el Banco de Sangre de Misiones cuenta con equipamiento y personal preparado para comenzar la fabricación.

Al frente de la institución provincial, Joaquín Suárez Romanacci, señaló que se espera recibir la autorización en las próximas semanas. “La membrana amniótica es rica en colágeno, es elástica y similar a la piel. Tiene muy buena respuesta a la formación del nuevo tejido cicatrizante. Un niño quemado o con una cirugía ocular va a tener mejor resultado clínico con el parche”, destacó, en diálogo con El Territorio.

En coincidencia, la coordinadora del área de tejidos del Banco de Sangre, Daniela Cáceres, remarcó que “la placenta es un tejido que se descarta y la idea es poder aprovechar todas esas propiedades naturales para poder dar soluciones a pacientes quemados que necesiten de este tipo de soporte para la regeneración de la piel y protección”.

Por este motivo, explicó que se coordinaron actividades con el Hospital Materno Neonatal (HMN), que es el centro de salud de la zona donde hay partos por cesárea y al que más recurren las madres para tener a sus bebés.

 “La primera etapa consiste en todo lo que sea promoción y captación de la donante. Se hace en conjunto nuestro servicio, para lo cual firmamos un convenio con el hospital. La idea es que en el consultorio los obstetras informen a las madres que existe la posibilidad de donar la placenta”, dijo.

Para ser donante, las madres deben cumplir con algunos criterios de selectividad, como tener un embarazo controlado, tener la serología de los últimos tres meses, ser mayor de 18 años y, en el caso de ser menor y querer donar, tiene que hacerlo con la presencia de un tutor frente al que firmará un consentimiento informado.

“Todas esas muestras de la placenta que llegan al Banco de Tejidos tienen que venir refrigeradas en una conservadora porque hay que mantener la cadena de frío. Una vez que llegan, se hacen los registros, tomamos el tejido y lo ingresamos al área de procesamiento, que es estéril y cumple con todos los requisitos que solicita Incucai para este tipo de procedimiento”, detalló la coordinadora del área.

A su vez, indicó que dentro del sector de procesamiento la placenta es lavada con solución fisiológica estéril para luego pasar a un tratamiento antibiótico que dura 24 horas. “Este tratamiento es una mezcla de varios antibióticos que se hizo en conjunto con el servicio de bacteriología del Laboratorio de Alta Complejidad de Misiones (Lacmi). Al día siguiente, tomamos este tejido, lo sacamos de la mezcla de antibióticos y se vuelve a realizar un lavado. Ahí se separa lo que es la membrana de la placenta y empezamos a maniobrar solamente la membrana”, especificó.

Sobre la cantidad de parches que podrían elaborarse a partir de cada donación de placenta, señaló que dependerá del tratamiento para el que sea necesario. “Los parches de tejidos para quemados son de mayor tamaño, varían dependiendo de la superficie pero casi siempre son de entre 50 y 180 centímetros; y los parches para oftalmología son de 4 por 4 centímetros”, precisó la farmacéutica.

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