La joven, vecina de 25 de Mayo, vive con hidrocefalia y siempre soñó con vestir un uniforme policial. Su familia y la Policía de Misiones lograron que ese anhelo se hiciera realidad.
A veces, los gestos más simples se convierten en momentos imborrables. En 25 de Mayo, una joven con una compleja condición de salud cumplió su gran deseo de conocer de cerca a la Policía de Misiones y vestirse como una de sus integrantes. El encuentro fue tan emotivo como simbólico, en un contexto marcado por la fragilidad y el amor incondicional.
Con casi 30 años, la joven convive desde pequeña con hidrocefalia. Su salud se ha deteriorado en los últimos tiempos y, según sus médicos, el pronóstico es reservado. La historia llegó a oídos Sandro Martínez, jefe de Policía, quien decidió acercarse hasta su casa para compartir el momento.
Martínez le entregó un uniforme adaptado especialmente para ella, la ayudó a subir al móvil policial y dialogó con sus seres queridos. “Fue un momento muy especial para todos”, comentó uno de los familiares.
La joven mantiene una energía especial y una profunda admiración por la institución policial, al punto de conservar como tesoro familiar un viejo kepi que guarda con dedicación.
Lejos de los grandes anuncios, el gesto fue una forma de reconocer lo que significa un sueño cumplido, incluso en medio de circunstancias difíciles. La visita fue una caricia para el alma de la joven, que vivió cada instante con una sonrisa que hablaba más que las palabras.
Este tipo de encuentros recuerdan la importancia de la empatía. Además, cómo una institución también puede acercarse a la comunidad desde lo humano. La emoción quedó reflejada en las fotos y, sobre todo, en el recuerdo de quienes estuvieron allí.