Stefano, el niño argentino de ocho años que diseña autos y sueña con correr en la Fórmula 1

Somos Vos
3 Min Read

Diseña autos deportivos junto a ingenieros, cursó mecánica en la UTN y fue declarado Personalidad Destacada. Su CI de 152 lo posiciona como uno de los más altos del país. Fanático de los Volkswagen Escarabajo, sueña con tener su propia fábrica y llegar a la Fórmula 1 en un auto diseñado por él mismo.

En Tolosa (La Plata), un niño de apenas ocho años marca un antes y un después en el rubro automotor. Stefano Marconi Sgroi, dotado de un coeficiente intelectual de 152, trabaja junto a ingenieros en el diseño de un superdeportivo 100 % argentino y desarrolla un sistema de seguridad innovador para kartings, un proyecto confidencial destinado a mejorar la experiencia en las pistas.

De lector precoz a diseñador automotriz

“He leído más de mil cien libros, sobre todo de automovilismo. Me define el automovilismo”, confiesa Stefano con una madurez asombrosa. Descubierto gracias a su habilidad para identificar marcas de autos antes de los dos años, fue evaluado como niño superdotado por especialistas, lo que reveló un perfil cognitivo extraordinario.

A los tres años, reconoció un Oldsmobile y un Talbot estacionados. Eso lo llevó a iniciarse en clases de mecánica con el ingeniero Roberto Ulibarri, quien logró despertar aún más su pasión por los motores.

Formación y sueños sin límites

Stefano completó un curso de mecánica automotriz en el Instituto Módena de la UTN, donde se convirtió en el alumno más joven en obtener el título. Además, sigue clases con el diseñador de transporte Matías D’Amico, mientras proyecta y apunta a ingresar al mundo del diseño automotriz.

Su capacidad y dedicación le valieron la distinción como Personalidad Destacada de La Plata por el Concejo Deliberante, un reconocimiento que lo convirtió en el más joven en recibirlo, que celebra su talento en una sesión especial.

Proyecto soberbio y mensaje para el futuro

Stefano impulsa el desarrollo del Valtor, un auto superdeportivo que, según sus creadores, representará el talento del país. También trabaja en un innovador sistema de seguridad para kartings, hoy confidencial, con vocación de transformar esa modalidad deportiva.

Lo más conmovedor es su visión del futuro. “Cuando sea grande, quiero ser ingeniero mecánico, piloto de Fórmula 1 y fabricante de autos. Sueño con entrar a mi fábrica de autor e ir directo a la F1 en un auto diseñado por mí”, reveló. A los pequeños como él, les deja un consejo poderoso: “Persigan sus sueños cada día”.

Stefano demuestra que la pasión autorregulada, el talento intelectual y el afecto familiar pueden moldear una personalidad excepcional. Sus pasos son la prueba viviente de que, con apoyo y curiosidad, cualquier sueño, incluso el más ambicioso, puede tomar forma.

TAGGED:
Share this Article